Parece que estamos llegando al fin del culebrón francés, aunque me da a mí que no. Este verano creo que viviremos más idas y venidas del jugador galo. Me remito a los hechos desde su llegada al club. Cuando Antoine tenía 13 años llegó a la cantera de la Real Sociedad, 202 partidos después fichó por el Atlético de Madrid. El fichaje no fue bonito, dicen que pudo llegar un año antes de lo que fue, pero debido a las buenas relaciones entre ambos clubes se llegó al acuerdo de la llegada del francés al club madrileño. Lo que ocurrió un poco antes de fichar por el Atlético fue que Antoine tubo una reunión con el presidente del Olimpique Lyon, Antoine desechó la oferta pero a su vez se escapaba a San Mamés a ver los partidos en casa del Athletic. También sonaba para el club rival de la Real Sociedad.
En el año 2014, en julio, llegó a la capital. Solo hubo una temporada tranquila para la afición rojiblanca ya que desde la apertura del mercado al finalizar la temporada 2015/16 ya se venían dando los rumores que colocaban al francés en diferentes clubes españoles y europeos. Al acabar esa misma temporada ya estalló Griezmann diciendo abiertamente que quería irse. Real Madrid, Barcelona y Manchester United, siendo este último el más sonado. Al comienzo de esta misma temporada Antoine dejó claro que se quedaba en Madrid ya que no quería fastidiar al club ya que no podía fichar. En diciembre de 2018 el club Atlético de Madrid le subió el sueldo viendo que Antoine podía irse en ese mismo mercado invernal. No se fiaban del francés. Desde el comienzo de la temporada no se le notaba cómodo, además no ayudaba él con expulsiones etc. En esta precisa semana, antes de una final europea, sale la noticia de su fichaje por el F.C Barcelona. Qué curioso.¿ Intentan desestabilizar?
Lo que está claro es que parte de la afición esta harta del francés, que ya importa poco que se quede o que se vaya. A estas alturas me importa mucho más la marcha de Feranando Torres. De niño a leyenda.
