
Aún no son las fallas en Valencia, pero la próxima jornada juega en Mestalla el Real Madrid y ese partido es siempre sinónimo de incendio fallesco. Los buenos resultados que ha cosechado últimamente Rafa Bénitez no le aseguran que una derrota en Valencia le mantenga en el cargo de entrenador. La actitud de los jugadores en partidos anteriores no dejan ver buena sintonía dentro del campo, algo primordial para la continuidad del técnico.
Rafa Bénitez es un emblema en Valencia, es el entrenador más laureado de la historia del club ché. Su buen nombre se hizo a base de rotaciones y de tener enchufados a los suplentes. Jugara quien jugara en el Valencia en aquellos años daba igual nivel o superior que el titular. Pablo Aimar fue uno de los jugadores que no entendía tanta rotación. El argentino era una estrella y no acababa de entender que estuviera en el banquillo un día sí y otro no. Lo mismo le está sucediendo a James Rodriguez en el Real Madrid.





Es evidente que el jugador alemán no está al cien por cien. Ya sea por el esquema de Benítez o por temas de el propio Toni Kroos, no está encontrando su versión de no hace tanto tiempo. Este año la pareja Kroos-Modric no está siendo la pareja que todo el Bernabeu quiere ver. Quizás hace falta un stopper (Casemiro) para conseguir que, tanto el croata como el alemán, brillen y tengan magia y acierto en la medular blanca.









Se trata de Thomas Partey, un jugador de los que hacen equipo. Un medio centro defensivo, recambio de Tiago, que llega arriba dado su magnifico estado físico. En la temporada 2015-2016 aún no ha debutado en liga ni liga de campeones ni copa, es más es uno de los siempre descartados por Simeone para entrar en las convocatorias. Creo que el chaval se merece una oportunidad.





