
El encuentro no pudo empezar mejor. Minuto uno y medio, gol de Fernando Torres a pase genial de Koke. Nada parecía presagiar el fianl que resultó. Hasta el minuto treinta, minuto en el que el Levante empató, el Atlético de Madrid dispuso de alguna que otra ocasión para irse con dos a cero al descanso. Lo que pasó después, temas arbitrales a parte, fue la crónica de un partido entre dos boxeadores cansados pero con corazón. En el minuto noventa llegó el gol de Rossi. Final del encuentro. En el césped quedaron un campeón-vencido y un vencedor-que devería mirarse lo de ganar, el esfuerzo y esas cosas.


He decidido tomarme vacaciones de fútbol hasta el día 28, por lo que todos sabemos. Lo dicho, sigo escuchando a Extremoduro. Tu en tu casa, nosotros en la hoguera.

