Ayer, aparentemente, el partido del Real Madrid se resolvió fácil, con dos golpes de calidad de los jugadores blancos. Pero lo más avispados se dieron cuenta de que la entrada de Lucas Vázquez cambió el rumbo del encuentro.
Corría el minuto quince de la segunda parte cuando entró por un fatigado pero brioso Gareth Bale. Algo más de media hora le bastó al canterano para dar el pase de gol del 1-0, con celebración con Cristiano. Tubo presencia ofensiva para el 2-0, y le regaló un balón medido al milímetro para que,otra vez, Cristiano Ronaldo hiciera el 3-0, esta vez no fue cara para el portugués. Con esa media jugada por Lucas le basta y le sobra para ganarse más minutos en cualquier equipo del mundo. En el Real Madrid es otra historia.
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